Nuestros valores

 
Este Despacho garantiza el respeto de los principios éticos y deontológicos de la Abogacía contenidos en las normas de regulación de la profesión.

A lo largo de los siglos, muchos han sido los intereses, todos ellos transcendentales, confiados a nuestra profesión, fundamentalmente relacionados con el imperio del Derecho y la Justicia humana.

En ese quehacer que ha trascendido la específica actuación de defensa, la Abogacía ha ido acrisolando valores salvaguardados por normas deontológicas necesarias no sólo para preservar el derecho de defensa, sino también para la tutela de los más altos intereses del Estado, proclamado hoy como social y democrático de Derecho.

Perviven como principios fundamentales en el ejercicio de la Abogacía que este Despacho garantiza:
 

Independencia

 
 
Frente a cualquier tipo de injerencia, presión o exigencia proveniente, tanto de los poderes públicos, económicos o fácticos, como de los propios tribunales y fiscales, y de la parte contraria.
 

Libertad de defensa

 
 
Implica, tanto la libertad de elección del propio cliente, como la libertad de expresión y de actuación ante los tribunales de la que goza el abogado según las leyes, para la defensa de sus clientes.
 

Confianza recíproca

 
 
Del cliente con el abogado y de éste con su cliente que, para no ser defraudada, exige la integridad, la honradez, la lealtad, la veracidad y la diligencia del abogado.
 

Secreto profesional

 
 
Supone la más estricta confidencialidad en las relaciones del abogado con su cliente sin ninguna limitación temporal.